Tipos de desengrasantes

Los desengrasantes son productos de uso cotidiano en la vida de prácticamente todas las personas, por lo que es importante conocer qué son, cuáles son sus características y cualidades que en esta nueva entrada de blog te contaremos.

En general, un desengrasante se define como una sustancia de naturaleza neutra, ácida o alcalina, que tiene la característica de eliminar grasas y aceites de las superficies con mucha facilidad; la elección de la sustancia para formular el producto depende de la reacción química que se quiera lograr, del tipo de superficie a limpiar y del tipo de grasa a eliminar.

Existe más de una clasificación de los desengrasantes con base en su uso, aditivos de formulación y origen, y en esta nueva entrada de blog te contaremos sus características. ¡Comencemos!

Si bien el uso de los desengrasantes es muy amplio, existen dos grupos que determinan los tipos de formulaciones:

• Desengrasantes domésticos. Son productos especialmente diseñados para aplicaciones en casas, oficinas, centros educativos, restaurantes, y todo tipo de comercios, con una capacidad moderada de eliminación ya que el tipo de manchas no suelen estar muy incrustadas, y se trata de aceites y grasas de fácil eliminación.
  
  Por otro lado, estos desengrasantes deben ser suaves porque las superficies suelen ser más delicadas u ornamentales, y los productos abrasivos las dañan.
  
  
• Desengrasantes industriales. Estos productos se formulan especialmente para eliminar la suciedad más resistente y adherida a todo tipo de superficies.
  
  La capacidad de limpieza es mayor en los desengrasantes de tipo industrial debido a que su función es eliminar manchas de grasas y aceites muy resistentes, adheridos y persistentes porque su concentración de sustancias es mayor ya que se utilizan en para procesos industriales, y es necesario garantizar que se eliminarán por completo al ser agentes contaminantes.

Ahora bien, los desengrasantes pueden clasificarse con base en la reacción química de las siguientes formas:

• Desengrasantes con base de solvente. Son formulaciones que contienen un solvente como hexano, butoxietanol, exxsol, entre otros cuya finalidad es desprender la grasa de la superficie a tratar y evaporarse.
  
  Se utilizan para limpiar superficies donde no se permite el enjuague con agua, como partes electrónicas, motores, entre otras.
  
  
• Desengrasantes con base de agua. Son formulaciones que incorporan surfactantes o tensoactivos que tienen la función de emulsificar las grasas para que sean fáciles de eliminar.
  
  Algunos de los más usados son el lauril éter sulfato de sodio, nonil fenol, ADBS, entre otros que se pueden emplear en superficies donde el enjuague con agua no provocará daños.

Otra clasificación para los desengrasantes es por su pH. Las diferencias entre los ácidos, neutros y alcalinos son el tipo de superficies a limpiar y las grasas que eliminan.

Los desengrasantes ácidos se utilizan para limpiar piezas de plástico, retirar grasas, aceites ligeros e incrustaciones metálicas de sales por lo que se usan para la limpieza de cochambre, grasa, suciedad difícil de remover de pisos, paredes, telas, piezas metálicas, y en superficies que permitan un enjuague.

Entre sus áreas de aplicación se encuentran fábricas, talleres mecánicos, oficinas, restaurantes, cocinas industriales, hospitales, hoteles, aeropuertos, fábricas de la industria metalmecánica y laboratorios.

Los desengrasantes alcalinos, por su parte, son de uso industrial eliminan grasas pesadas, suciedad y lodo que se forma en los diversos procesos industriales y se puede trabajar en superficies metálicas como aluminio o acero inoxidable.

Estos desengrasantes son los más utilizados en la industria automotriz para eliminar manchas de diésel, grasas pesadas y muy adheridas en pisos, motores, equipo y maquinaria.

Además, podemos encontrar desengrasantes orgánicos e inorgánicos. Los orgánicos se formulan con una base de solvente e hidrocarburos, los cuales se caracterizan porque diluyen las moléculas de las grasas en el solvente, debido a la naturaleza química de los productos que se usan en las industrias, los cuales tienen características muy similares a las de los solventes, por lo que son compatibles.

En general, los desengrasantes orgánicos son ácidos o neutros, y se comercializan con aditivos anticorrosivos o tensoactivos que aportan protección adicional a las superficies metálicas para evitar que se presente la oxidación prematura.

Por su parte, los desengrasantes inorgánicos suelen formularse con base de agua, suelen ser neutros o alcalinos al no contar con solventes en su formulación, y se puede encontrar opciones biodegradables para uso en caliente o en frío, dependiendo de los procesos y aplicaciones a las que se destinen.

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